Las paredes decoradas con cuadros enmarcados con diferentes estilos, colores y tamaños se volvieron un elemento bastante común en los últimos años. Hoy, abundan en locales, casas y bares. Aunque parezcan no estar reguladas por ningún sentido estético determinado, estas paerdes- collage logran que una gama de tipos de arte y marcos convivan amigablemente. Tanto para paredes pequeñas (como las de los halls de entrada o pasillos) como para grandes espacios, aquí van una cantidad de datos e ideas a tomar en cuenta antes de convertir un espacio de nuestra casa en una pequeña –o no tanto– galería de arte.
Elegir bien la pared
En la mayoría de las viviendas existen zonas que parecen imposibles de decorar, ya sea por su altura, por su ubicación recóndita o por su gran circulación. Caminá por tu hogar identificando estos puntos focales y anotalos en una lista para después definir cual resulta ideal para la instalación de tus marcos. La clave es que el espacio tenga como mínimo un metro y medio de ancho y, si es un pasillo, que el espacio de circulación sea de unos 80 cm, para evitar rozar los cuadros al entrar. Considerá también paredes detrás de cuadros o interrumpidas por muebles. La intervención artística puede extenderse, por ejemplo, a ambos lados de un aparador.
Tomar medidas
El lugar elegido elegido va a determinar la cantidad de elementos que podemos incluir. Dentro de la totalidad de la pared, y luego de haber definido si vamos a ir del piso al techo o generar una zona precisa para la instalación, tomá las medidas de tu área para poder disponerte a bocetar el diseño. Acá tendrás que tomar ciertas decisiones como si lo que querés es generar un impacto de acumulación ordenado con mucho arte o quizás solo una sutil línea de cuadros del mismo tamaño. Instagram, como siempre, puede ser un gran aliado a la hora de inspirarse.
Curar tu propio archivo de imágenes/objetos
De ser posible, generá en el piso un espacio de proporciones similares a la pared elegida. Podés ayudarte marcándolo con cinta azul de pintor en un patio o terraza. Si tu pared es enorme, vas a tener que bocetar con papel y lapiz o con algún programa en la computadora. Comenzá a disponer de las obras generando una especie de mapa de afinidades. Esta etapa es un boceto así que animate a jugar con tu creatividad.
Hacerte algunos cuestionamientos
Varias preguntas a modo de guía pueden ser: ¿Quiero que las obras dialoguen bajo un hilo temático? ¿Mezclo artistas y épocas con obras propias y cuadros de niños? Si las obras no están enmarcadas ¿quiero generar una continuidad con los marcos? En este momento no importa tanto la ubicación exacta de cada pieza de arte si no de cuales vamos a usar y cuales quedarán para un próximo proyecto. Considerá que los marcos pueden ser pintados previa instalación y recordá que no solo se cuelgan cuadros, también pueden ser piezas cerámicas, bordados o telares.
Se permite la indecisión
Para los y las que dudan de todo, una posibilidad es instalar estantes –dos o tres continuos o varios generando distintas alturas – y ahí colocar las piezas de arte hasta lograr el efecto deseado. Lo grandioso de esto es que nuestra colección puede mostrarse de forma permanente o podemos crear distintas exposiciones según los eventos del año –navidad, cumpleaños, festejos varios– o ir variando la curaduría según los colores que acompañan la deco de la casa. Como vimos, hay opciones para todos los gustos y la única condición es encontrar ese espacio en casa que hasta ahora no tuvimos en cuenta.
